Conversación en el paradero

-Qué difícil ser ciego.
- ¿A qué te refieres?
-Pues que yo ya conocía el mundo, ya sabía que era verlo, y ahora…
Llevábamos media hora esperando el bus. Vicente comenzó a darme la lata con lo de la visión desde que pasó una moto y nos salpicó de agua.
-Esto habría sido distinto si pudiera ver-me dijo-. Todo sería tan distinto…
Pero yo creo que no. Si yo no vi la moto, por qué habría de verla él…
-Quisiera poder ver un par de senos de nuevo. O el atardecer. O el humo de un cigarillo. Estoy cansado de sentir las cosas.
-La visión también es un sentido, Vicente.
-Yo sé que sí, pero no es lo mismo. No sabes lo que es estar ciego.
Sí, tienes razón, viejo cabrón, no sé qué es estar ciego.
-Pero sé qué es aguantarme tus estupideces.
-¿Qué dijiste?
-Nada.
-Dijiste algo. Vamos, repítelo.
-No dije nada, Vicente. De verdad.
-Cómo sea. ¿Ya viene el bus?
-Sí. Me voy a levantar a pararlo…
- ¿Andrés?
-…
- ¿Y el bus? ¿Dónde estás? ¿Andrés?
-…
- ¿Me has abandonado?
-… 

Comentarios

Entradas populares